Desde hace unos años, China ha pasado de no tener ni una placa solar instalada a ser el país con más energía solar instalada (mínimo con el doble más de potencia instalada que cualquier otro país) y esto no acaba aquí ya que según la Administración Nacional de Energía se seguirá apostando muy fuerte por la instalación de placas solares.
Pese a que 2019 fue un año de desaceleración en el que “solo” se instalaron 17,5GW, en este 2020 se prevé un crecimiento notorio en la capacidad solar instalada ya que se esperan 40 GW más (recordamos que en el 2019 España ha sido el país europeo en el que más energía solar se ha instalado con 4,7 GW).
Aunque 40 GW nos parezca una barbaridad respecto a lo que instalamos en Europa no significará un récord ya que en 2017 ya instalaron 53 GW. El objetivo de la potencia asiática para la próxima década es instalar una media de unos 20-25 GW por año.
Las razones del retroceso en la potencia solar instalada en China durante el 2019 se debieron a contratiempos políticos, así como la escasez de capital y algunos problemas de conexión. Pese a este retroceso experimentado en el último año, las nuevas políticas solares nacionales chinas auguran un nuevo aumento ya que se han creado medidas para ello como la eliminación de cuotas solares en algunas zonas para proyectos de red hecho que dispará de nuevo la apuesta por la energía solar en China durante el 2020.
El país asiático, como hemos visto, está apostando muy fuerte por la energía solar, ya que no solo es el país que más energía solar instala cada año si no que también es el principal productor de material fotovoltaico. La carrera solar ha empezado y China, de momento, ha tomada una gran ventaja sobre el resto de sus competidores.