Un regulador de carga solar o controlador de carga es uno de los elementos que suele formar parte de una instalación fotovoltaica. Esto se debe a que es el encargado de administrar la carga a las baterías del sistema, aunque tiene más funciones las cuales veremos a continuación.
Lo primero de lo que se encarga es de controlar el voltaje (V) y es que los paneles solares, dependiendo de la intensidad de la luz pueden producir a una tensión u otra. Mientras las baterías necesitan trabajar siempre a la misma tensión, por ello es necesario un regulador, para controlar el voltaje.
Además, es capaz de controlar las sobrecargas y las descargas excesivas. El regulador es capaz de cortar el flujo de carga para no sobrecarga la batería y esta volverá a cargar cuando la tensión sea segura. A su vez, el regulador puede proteger la batería cuando su carga diminuye a niveles críticos.
Gracias a las capacidades de control y cuidado que el regulador de carga solar ejerce sobre la batería, esta es capaz de trabajar a una alta eficiencia, lo que hace que se aproveche al máximo la energía generada por los paneles solares.
Por último, hay que tener en cuenta que algunos reguladores de carga solar disponen de monitoreo por lo que el mismo usuario puede revisar el estado y rendimiento de las baterías.