Para un perfecto mantenimiento:
Es un cargador sencillo que carga la batería a la velocidad de autodescarga. Es el cargador más lento. La batería y el cargador pueden estar conectados de manera indefinida, la batería se mantiene siempre cargada y sin riesgo de sobrecarga o calentamiento. Se utiliza en sistemas desatendidos, como pueden ser luces de emergencia.
Con temporizador:
la corriente que proporciona el cargador se corta tras un tiempo determinado. Generalmente suelen ser configurados para unas pilas en concreto, que se venden asociadas al cargador, de manera que si se quieren recargar pilas de menor capacidad, éstas podrían sufrir una sobrecarga y viceversa. También pueden causar sobre carga en las pilas adecuadas, que al ponerse a cargar, no están completamente descargadas.
Inteligente:
la corriente que proporciona el cargador depende del estado de la batería. El cargador controla el voltaje de la batería, su temperatura y el tiempo que lleva cargándose, adecuando la corriente a estas condiciones. Típicamente, carga la batería hasta un 85% en menos de una hora, entonces disminuye la corriente y el proceso toma finalmente algunas horas.
Rápido:
Puede usar el circuito de control de la propia batería para conseguir una carga rápida, evitando el daño a la batería. Estos cargadores suelen estar previstos de un ventilador que mantiene la temperatura controlada.
Portátil:
Permite cargar pilas (desde distintas fuentes) y, gracias a una salida USB, se pueden recargar dispositivos, como teléfonos móviles, tabletas, etc.
Por pulsos:
Utiliza una serie de pulsos de corriente continua, cuyo tiempo de subida, período, frecuencia y amplitud son controlados con gran precisión. De esta manera se pueden aplicar pulsos de alto voltaje sin sobrecalentar la batería. En la batería de plomo ácido, estos pulsos descomponen los cristales de sulfato de plomo formados, aumentando la vida útil de la batería.
Inductivas:
utiliza la inducción electromagnética para cargar las baterías. Una estación de carga envía energía electromagnética a un dispositivo eléctrico, que distribuye esta energía a las baterías. La carga se realiza sin contacto físico entre el cargador y la batería, por lo que no hay peligro de electrocución. Este sistema es el más utilizado para cargar cepillos de dientes eléctricos.