La Comisión de Expertos para la Transición Energética ha entregado al Gobierno español su informe: Análisis y propuestas para la descarbonización. Un estudio realizado por profesionales dispuestos a aportar motivos y sugerencias acerca de la transición energética. Una de las deducciones más relevantes es que sin lugar a dudas, el futuro del sector energético es renovable, motivo por el que la industria eléctrica pasa a ser el eje de la descarbonización.
La energía solar y en segundo lugar, la eólica se van a convertir en las fuentes de energía claves para la generación de electricidad en los próximos años y previsiblemente también, en las próximas décadas. Por primera vez, el sumatorio de recursos energéticos nacionales, sol y tierra, junto con la tecnología sitúa a España en una posición aventajada frente al resto de países europeos. Por ello, es imposible negar que está económicamente justificado avanzar tanto como sea técnicamente viable.
El informe plantea también la necesidad de consenso y no, una división con el objetivo de gestionar la demanda energética y poder hacer una transición justa, generadora de empleo y cohesión social. Una transición que sin duda, es un reto cuyo éxito necesita una visión compartida a largo plazo y que situará a la energía solar en la cima de dicho cambio. Un cambio que ya cosecha desde hace unos años sus semillas y que crece desorbitadamente, dando paso a una nueva generación renovable.
Las cifras no engañan, y es que tal y como se señaló en la última cumbre anual en Bruselas de la Unión Europea la energía solar ha crecido fuertemente durante el año 2017. Aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, el ritmo de crecimiento de este fuente de energía renovable es notablemente mucho más superior que el de otras fuentes de energías limpias. Este es otro de los motivos plasmados en el informe presentado por la Comisión de Expertos para la Transición Energética, en el que se pone de manifiesto la implicación europea para conseguir un cambio energético nacional más favorecedor.
Los expertos europeos, encabezados por la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica insisten en que todos los ciudadanos y ciudadanas deben tener derecho a un acceso igualitario a la energía, pudiendo crear no sólo un país más sostenible sino apostando por un planeta limpio en el que tengan derecho a producir, almacenar así como a consumir la energía renovable que ellos decidan. Sin dudas, la energía del sol encabeza esta carrera de las fuentes renovables que dejarán de lado en las próximas décadas a los recursos más contaminantes.