Loise Loseku, de 29 años y madre de seis años, lleva algo más de cinco años ganándose la vida instalando paneles solares. Ella forma parte del Proyecto Cocinas y Energía Solar, que pretende impulsar la utilización de energías limpias en las cocinas de Tanzania.
Aunque el Proyecto iba destinado a hombres y mujeres de Tanzania, en su primera edición se observó que las mujeres mostraban más interés y muchos hombres abandonaban el proyecto porque conseguían sacar adelante a sus familias con el ganado o la agricultura, pero las mujeres tenían ganas de dejar de depender económicamente de su marido o padre, o bien, necesitaban ayudar a la economía de su hogar.
El proyecto Cocinas y Energía Solar actualmente forma a mujeres para que puedan prosperar laboralmente en el sector de la instalación de paneles fotovoltaicos. En una semana una mujer con esta formación puede instalar el sistema fotovoltaico en cuatro viviendas, y los clientes pagan el módico precio de 11 dólares americano, siendo subvencionado por el proyecto, pues el precio real es de 52 dólares.
Además del respecto medioambiental que implica la instalación fotovoltaica en poblados tan aislados y expuestos a tesoros salvajes, también pretende reducir las molestias de cocinar siempre con leña o carbón, pues no son pocos los casos de tos crónica y congestión de cabeza consecuencia de los fuertes humos.