Los cables son un elemento esencial en las instalaciones fotovoltaicas, ya que permiten transportar la electricidad producida por los paneles fotovoltaicos a la batería de almacenamiento o a la red eléctrica. Su correcta instalación es indispensable para garantizar la durabilidad del sistema fotovoltaico. Estos cables tienen que tener la capacidad de soportar una carga eléctrica muy grande, ya que es la energía generada por la energía solar que se está transportando a través de ellos.
Los cables deberán ser resistentes, aislados y con una sección adecuada para evitar la pérdida de corriente y el sobrecalentamiento. También deben ser capaces de resistir a la intemperie, como la lluvia, el viento, el sol y el frío. Esto garantiza que la energía generada por las placas solares llegue a su destino sin problemas.