Todos los años, el continente europeo se somete a dos cambios de hora con el objetivo de ahorrar energía. Los dos horarios conocidos como el horario de verano y el de invierno tienen lugar los meses de Octubre y Marzo.
En la madrugada del 27 de Octubre, tuvo lugar el último cambio horario de 2019. La razón de estos cambios de hora se debe a que adelantando o atrasando una hora en nuestros relojes se logra una incidencia del Sol mayor, lo que permite un ahorro energético en todas las zonas donde se produce el cambio horario o por lo menos es lo que se puede leer en un estudio de la Comisión Europea hecho en Septiembre de 2014. Lo que ocurre con este estudio es que es a nivel europeo y no analiza en profundidad las particularidades de los diferentes países que forman la Unión Europea (UE).
Por otro lado, en otro estudio que publicó la misma Comisión Europea en 1999 se afirmaba que esta medida supone impactos positivos sobre el ahorro energética y sectores como la seguridad vial, las comunicaciones, los transportes…y aspectos como las condiciones laborables, el ocio o la salud se ven beneficiados. Pero, ¿en qué medida nos ayuda el cambio de hora?
Según la IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el ahorro potencial que supone el cambio de hora en nuestro país puede llegar a ser un 5% del consumo eléctrico total. El 5% de este ahorro potencial supone unos 300 millones de euros de los cuales 90 millones perteneces al ahorro en viviendas (unos 6 euros cada año por hogar). Los 210 millones restantes son de ahorros relacionados con las industrias y edificios públicos.
En los últimos años se ha empezado a dudar sobre la eficiencia real del cambio de hora, ya que hay personas que piensan que el ahorro sobre hay total es una cantidad que en muchos casos ni se aprecia. Por ejemplo, en países fríos donde se pasa menos tiempo en la calle y más en los hogares el gasto energético es mayor debido a que la gente llega a casa antes (hablando en términos de horas de sol) y por lo tanto el gasto energético es mayor. Por lo tanto, analizando las diferentes áreas de nuestro país, en el norte se ven más perjudicados por el cambio de hora, al contrario que en las regiones más cálidas como el sur y el este donde se pasa más tiempo en la calle.
En definitiva, el cambio de hora no beneficia a todo el mundo y se tendría que analizar cada caso con sus particularidades para saber si el cambio beneficia o no al área y si ese beneficio es tan significativo para cambiar la hora dos veces cada año. Y tú ¿qué opinas?