Un depósito de inercia es uno de los elementos que más destacan en una instalación de calefacción. A continuación, detallaremos cuándo es recomendable usarlo y las ventajas de su uso. Para ello, antes de empezar repasaremos qué es este elemento y sus principales funciones.
¿Qué es un depósito de inercia?
Los depósitos de inercia se utilizan para que los arranques y paradas de la instalación no afecten a la caldera de calefacción y así protegerla de posibles daños y en consecuencia, alargar la vida útil del sistema completo.
A simple vista son bidones que se usan como acumuladores de calor para instalaciones más grandes de agua caliente sanitaria o para sistemas de calefacción.
¿Qué tipos de depósito de inercia existen?
Existen dos tipos de depósitos de inercia. Los que solo tienen la única función de acumular energía y los que, además, producen agua caliente.
Los depósitos que también produce agua caliente sanitaria lo hacen posible gracias a un depósito interno que se encuentra dentro del mismo depósito de inercia.
Estos sistemas son adaptables a cualquier tipo de equipo, como por ejemplo en instalaciones con aerotermia ACS, calderas, termos, radiadores de agua, u otras instalaciones con otras fuentes de energía y funcionamientos.
¿Cuándo es necesario disponer de un sistema acumulador de este tipo?
Aunque no siempre se requiere la instalación de un depósito de inercia, se recomienda su uso cuando la caldera no tiene la capacidad suficiente para variar las diferentes demandas de calor.
Cuando se requiere cierta temperatura o incluso no existe demanda de agua caliente, el depósito de inercia puede acumular el agua y proporcionarla instantáneamente, ya que la caldera no es tan rápida en calentar y dispersar el agua a la temperatura que se desea.
Habitualmente, no suele ocurrir en casas unifamiliares, ya que el circuito será más corto, sino que es más probable que ocurra en viviendas más grandes como comunidades de vecinos, empresas u hoteles.
Después de saber qué es, que tipos existen y de cuándo es necesario su instalación, explicaremos cada uno de los beneficios que trae consigo un depósito de inercia.
Beneficios de usar estos sistemas
| ✔ | Guardar energía residual de la caldera. Es el calor que se genera al continuar quemándose combustible cuando ya se ha acabado la demanda puntual de energía. |
| ✔ | Disminuye los desequilibrios del agua entre los generadores y los circuitos. |
| ✔ | Asegura que la cantidad de agua fluya constantemente durante los momentos de más consumo. |
| ✔ | Reduce la potencia de la caldera gracias a que almacena el calor en el depósito en caso de que exista alguna posible alta demanda de energía. |
| ✔ | Mayor eficiencia y durabilidad de la vida útil de las calderas, ya que disminuye la cantidad de veces que arranca y para. |
| ✔ | Ahorro de consumo de agua y energía, que se traduce en ahorro económico. |
En resumen, disponer de uno de estos acumuladores de inercia nos permite obtener la mayor energía posible cuando el sistema de la caldera arranque. Además, resulta mucho más eficiente, acumulando incluso el calor residual que genera la caldera y permite disminuir el consumo de combustible. Disponer de uno de estos sistemas nos beneficia, incluso, económicamente al optimizar la vida útil de una caldera.
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