Se calcula que aproximadamente, el 20% del consumo energético de un hogar proviene del frigorífico. Es el electrodoméstico que más incrementa nuestra factura de la luz, ya que es el único aparato que permanece conectado durante todo el día, todos los días del año. ¿Es posible reducir nuestro consumo de luz sin desconectar la nevera? La respuesta es sí, aquí os dejamos unos pequeños trucos para ahorrar energía y conseguir reducir nuestra factura.
Seleccionar correctamente la temperatura: para conservar adecuadamente los alimentos, la temperatura idónea del frigorífico ronda los 5ºC. En cuanto al congelador, cualquier temperatura por debajo de los -18ºC se considera excesiva y sólo conseguirá que aumente nuestra factura.
Escoger el lugar correcto para cada alimento: Imagina tu frigorífico dividido en 4 secciones: la puerta, la parte inferior, la intermedia y la superior. Quizá no sabías que cada zona tiene una temperatura diferente y colocando estratégicamente los alimentos podemos reducir nuestro consumo eléctrico.
La zona de la puerta:Es la menos fría, por lo que se recomienda almacenar ahí los alimentos que no necesitan temperaturas muy bajas, es decir, los huevos, salsas, bebidas y la leche.
La zona inferior: Normalmente está dividida en compartimentos, suele estar a unos 8ºC y conviene guardar ahí las frutas y verduras.
La parte intermedia: Su temperatura es de 3 a 5ºC aproximadamente, ideal para las carnes, pescados, yogures, productos lácteos, y embutidos.
La parte superior: Esta parte es la que mayor temperatura tiene, por lo que es perfecta para todos los alimentos ya cocinados.
Evitar introducir alimentos calientes: Al terminar de cocinar, es preferible esperar a que la comida alcance la temperatura ambiente antes de introducirla en la nevera, de lo contrario aumentarán los grados de nuestra nevera.
No llenarlo por completo: Un frigorífico totalmente lleno gasta más energía ya que no permite la circulación del aire y algunos alimentos necesitan más tiempo para enfriarse.
Evitar tener nuestro frigorífico demasiado vacío:Los alimentos mantienen más el frío, por lo que es recomendable evitar los espacios vacíos, ya que nuestra nevera se llenará de aire.
Descongelar la comida en la nevera: Al introducir los alimentos muy fríos en el frigorífico nuestra nevera mantiene su temperatura directamente de dichos alimentos y reduce el consumo de energía.
La localización es importante: Hay que evitar colocar el frigorífico cerca de fuentes de calor, como una ventana o el horno. No hacerlo puede suponer un incremento de la factura de hasta el 15%.
Evitar abrir la puerta sin motivo: Al hacerlo aumenta la temperatura del interior y requiere un esfuerzo energético extra volver a la temperatura habitual.
No la pegues a la pared: El motor y los tubos que incorpora necesitan una buena ventilación, separarla unos centímetros de la pared nos dará una leve reducción del consumo de energía.
Con estos sencillos trucos podemos mantener la temperatura de nuestro frigorífico de forma adecuada, lo que nos permitirá ahorrar en nuestra factura de la luz y mejorar nuestro consumo energético.