El uso descontrolado de la energía se puede evitar, para ello tenemos que cambiar pequeños hábitos y costumbres. ¿Cómo lo puedes conseguir? Te ayudamos con estos consejos:
Utiliza la energía solar, utiliza la luz que nos proporciona el Sol, sobre todo en la entrada al verano ya que el día alarga más.
Si cuentas con una tarifa de discriminación horaria úsala en la franja de horas en la cual el consumo eléctrico sea menos usual.
Aprovecha el calor de las ollas y sartenes para cocinar ya que si utilizas la tapa, la temperatura no se pierde y consumes menos energía. El horno y el microondas tienen la ventaja de que la temperatura es más duradera por lo que los podemos apagar unos minutos antes y aprovechar ese calor para que se termine de hacer la comida sin necesidad de gastar más energía de la necesaria.
Acumula ropa para plancharla de una sola vez, de esta manera ahorramos energía ya que la plancha llega un momento que alcanza una temperatura muy elevada y con una breve pasada se plancha fácilmente.
Coge de una sola vez lo que necesites de la nevera/congelador pues así evitarás que todo el frío que hay concentrado, para los alimentos, se pierda y gastar más energía para llegar de nuevo a la temperatura que se necesita.
Compra electrodomésticos eficientes, los electrodomésticos que tienen la etiqueta de eficiencia energética son más eficientes y reducen el consumo.
Contrata energías renovables y contribuye al cuidado del medio ambiente además de ahorrar en la factura de la luz.
Controla el consumo de energía, para ello puedes utilizar bombillas de bajo consumo, utilizar los aparatos que tengas conectados en ese momento y además utilizar la lavadora y el lavavajillas cuando estén llenos.
Si consigues tener estos hábitos, además de notarlo económicamente estarás colaborando con el medio ambiente.