Mientras las instalaciones de energía solar fotovoltaica se hacen más y más frecuentes a nivel doméstico, los precios de todos y cada uno de los componentes necesarios van disminuyendo. Aunque es importante decir que todo lo que compremos no lo tendremos para el resto de nuestros días. Por ejemplo, las baterías tienen una vida útil determinada, y debemos sustituirlas cada X tiempo.
También el tiempo pasa para los paneles solares fotovoltaicos, los cuales se desgastan con el paso del tiempo e irán sufriendo una caída del rendimiento paulatinamente. Por supuesto, la calidad del mismo determinará su vida útil. Aunque la mayoría de ellos tienen una garantía de 20 o 25 años, normalmente se dice que pueden resistir hasta unos 40 años. Lo que no se suele decir es que los paneles van perdiendo rendimiento conforme pasa el tiempo. Esto es algo muy importante a la hora de dimensionar nuestra instalación solar fotovoltaica, pues evidentemente quien invierte en una instalación solar, quiere obtener un rendimiento de energía que sea útil hasta el momento en que debamos sustituir nuestra instalación.
Durante el tiempo en el que los paneles van perdiendo rendimiento, debemos desarrollar métodos para poder medir cuál es el desgaste que sufren debido a los cambios de temperatura, la suciedad, las inclemencias de la meteorología, o los efectos de los rayos ultravioleta. Si inspeccionamos cada cierto tiempo las células de nuestro panel solar fotovoltaico, conseguiremos reducir las posibles pérdidas y mantener, en la medida de lo posible, su rendimiento.
Y entonces ¿qué debemos hacer para conocer el estado de eficiencia de nuestros paneles solares fotovoltaicos? Actualmente, muchos profesionales del sector trabajan en numerosos métodos. Ingenieros indios como Parveen Bhola y Saurabh Bhardwaj del Instituto de ingeniería y tecnología de Thapar, han tratado durante años con esta problemática, consiguiendo desarrollar métodos estadísticos fundamentados en el aprendizaje automático. Estos, nos permiten examinar nuestros paneles solares en tiempo real.
Estos investigadores han desarrollado un método que mediante la computación agrupada, hacen servir valores meteorológicos históricos con los que miden los ratios de degradación y de rendimiento. Gracias a este sistema, es suficiente con saber la ubicación en la cual tenemos nuestra instalación solar, con lo que evitamos el tener que analizar nuestros equipos in situ.
El método desarrollado, tiene en cuenta aspectos tan diferentes como la humedad, las horas de sol, la energía solar de la que disponemos, la presión de la atmósfera, la temperatura, el día del año en el que nos encontramos, o la velocidad del viento, por ejemplo. Al tener en cuenta todos y cada uno de estos valores, el algoritmo desarrollado nos ofrece predicciones en cuanto a cuál va a ser el rendimiento de nuestra instalación mientras pasan los días.
Hasta hace poco, el método que se utilizaba necesitaba de una inspección de nuestros paneles solares en la ubicación en la que estaban instalados, lo que implicaba un alto coste, y además no nos permitía conocer el estado de nuestra instalación en tiempo real. En cambio, este método nos facilita una estimación de la degradación de nuestros equipos y pérdida de rendimiento en tiempo real.
Mediante este sistema podremos determinar con mayor posibilidad de acierto, cuál debería ser la energía que produzca un panel o varios de ellos en un momento concreto, considerando cuál es la degradación que deberían sufrir. De este modo, analizando la energía generada, podemos saber si nuestro panel solar está funcionando de forma óptima o no, pudiendo realizar el mantenimiento en caso de que sea necesario (por ejemplo, en el caso en que el panel esté recibiendo sombra de algún elemento, o porque el mismo esté más sucio de lo que debería, etc).