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¿Qué es el autoconsumo?

¿Qué es el autoconsumo?

Las energías renovables nos han dejado a nuestro alcance una amplia gama de novedades de cómo consumir energía eléctrica. Entre estas novedades se encuentra el autoconsumo eléctrico. Que las tecnologías que conlleva este autoconsumo sean cada vez más asequibles y fáciles de encontrar han hecho posible que haya un crecimiento exponencial del uso de éstas. No podemos olvidar que los trámites administrativos son cada vez menores.

Este cambio se está produciendo a nivel mundial y cada vez somos más los que nos decantamos por él, ya que no está siendo solo a gran escala, es decir, no solo se unen grandes empresas generadoras y distribuidoras de electricidad, también se están uniendo pequeños consumidores a nivel de uso habitual y cotidiano. El autoconsumo nos da la ventaja de poder generar nuestra propia energía, sin tener que depender de centrales que la distribuye hasta nuestros hogares. Podemos afirmar pues que las ventajas principales son una mayor autonomía y una reducción de los costes.

Qué es el autoconsumo eléctrico

Hablamos de autoconsumo eléctrico cuando personas o empresas consumen la energía que proviene de instalaciones de producción próximas a las de consumo y asociadas a las mismas (paneles fotovoltaicos o generador, entre otras). El uso de energías renovables, además de ser beneficioso con el medio ambiente, tiene otras ventajas, no solo para el propio consumidor, sino también para la sociedad. Veamos algunas de ellas:

Ventajas del autoconsumo eléctrico

- Resulta un mayor ahorro en la factura de la luz eléctrica.

- El consumo recurrente de estos métodos optimizará la gestión de la demanda tanto a nivel particular como a nivel colectivo.

- Es un gran apoyo en la transición energética que, entre otras cosas, ayuda además a reducir la marca de CO2 de los consumidores.

- Fomenta el aumento del empleo en el sector de “trabajos verdes” en empresas sostenibles.

- Su óptimo desarrollo evocará un importante avance en la electrificación del transporte y hará propicio el cambio en las ciudades.

Autoconsumo fotovoltaico

El autoconsumo fotovoltaico precisa de la instalación de paneles solares, ya que este método de autoconsumo se alimenta básicamente de la radiación solar para la producción de energía. La etapa de la energía solar fotovoltaica empezó en 1954 con el descubrimiento accidental de los semiconductores de silicio dopado que, con ciertas impurezas, eran hipersensibles a la luz; aun así, la producción en masa de paneles solares no empezó hasta la década de los noventa.

El máximo esplendor de esta ‘novedosa era’ llegó, principalmente, gracias a las mejoras tecnológicas procedentes de diferentes ámbitos, como la carrera espacial, y al descenso de los precios. La macroeconomía del sector ha hecho que el coste medio de generación eléctrica sea altamente competitivo respecto a las fuentes de energía convencionales en un número de países ahora mismo exponencial. Por esto mismo, las placas solares han pasado a ser un elemento común dentro del panorama urbano y rural a nivel mundial.

El sistema de autoconsumo fotovoltaico de conexión a red está compuesto por:

- Placas solares: un conjunto de celdas (células fotovoltaicas) productoras de energía eléctrica a partir de la luz solar que incurre sobre ellas.

- Regulador: encargado de regular la producción eléctrica y el estado de las baterías para prever una posible sobrecarga y descarga, y para alargar la vida útil de estas. En instalaciones residenciales es más común encontrar un sistema de monitorización en lugar del regulador.

- Acumuladores: sistema de almacenamiento de energía a partir de las baterías que únicamente se necesita si se busca acumular energía para beneficiarse de ella en las horas de radiación solar más baja.

- Inversor: se trata de un dispositivo electrónico que transforma la corriente continua producida por el panel fotovoltaico en corriente alterna.

¿Por qué invertir en autoconsumo?

A día de hoy, con el incremento constante del precio de la luz, mucha gente se interesa en la inversión de una instalación de placas solares para el autoconsumo, buscando producir su propia energía renovable y reducir su dependencia y consumo de las fuentes más comunes, caras y dañinas para el medio ambiente.

Invertir en una instalación de autoconsumo es también invertir en un producto financiero: genera rendimientos anuales que van desde el 10% a más del 50%. La inversión se amortiza en una media de entre 4 y 10 años, a partir de ese momento la electricidad será totalmente gratuita durante el resto de los 25 años de vida útil de la instalación.

Debes tener en cuenta algunos aspectos y tener en cuenta algunas de las siguientes cuestiones antes de realizar la inversión: ¿Es excesivo el pago de mi factura de la luz?, ¿Hay subvenciones disponibles en mi zona?, ¿Cuánto me costaría la instalación?, etc.

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