El final de los combustibles fósiles está, cada día que pasa, un poco más cerca de llegar. Esto no significa que a corto plazo vamos a dejar de utilizarlos, este hecho también traería consecuencias socieconómicas negativas pero, cada día, la descarbonización esta un poco más cerca.
El decrecimiento de los combustibles fósiles está directamente relacionado con el aumento de la demanda e instalación de las energías limpias, con la fotovoltaica a la cabeza. Se cree que a lo largo de la década de 2020,dos década antes de lo se preveía hace unos años, la demanda de petróleo y carbón dejará de crecer. La reducción de costes de energías como la eólica o la solar están comenzando a ser muy competentes y ya son una competencia real para el sector de los combustibles fósiles.
En Reino Unido, uno de los países con menos sol, se está apostado muy fuerte por las energías renovables, y ya ha conseguido producir, en el último trimestre, más energía limpia que de combustibles fósiles. Para que entendáis un poco la magnitud del crecimiento de las renovables, destacar que hace solo 10 años el gas y el carbón representaban el 70% de la energía de gas producida en el Reino Unido.
El crecimiento de las energías limpias, ligado a los crecientes números de la contaminación, así como las cada vez más importantes protestas ha abierto un nuevo paradigma mundial y la esperanza de que los gobiernos tomen medidas para aumentar el ritmo de la descarbonización son cada vez mayores.
El fundador del grupo Bloomber New Energy Finance, Michael Liebreich, afirma que los números están a favor del crecimiento del ritmo de descarbonización mundial ya que ‘el primer 1% tarda una eternidad, del 1% al 5% es como esperar un estornudo; sabes que es inevitable, pero lleva más tiempo de lo que crees; luego, del 5% al, 50% sucede increíblemente rápido’. En este momento, según el fundador del grupo, que opera en seis continentes afirmó que, en este momento nos encontramos en el periodo de transformación más rápida. ‘Durante la próxima década veremos un despliegue mucho más rápido de lo esperado de una serie de tecnologías de energía limpia, lo que seguramente significará una meseta de emisiones globales’.
En definitiva, las energías renovables se están convirtiendo en un lobby con una fuerza difícil de ignorar para los gobiernos. En países como España, ya se están tomando medidas en beneficio de las renovables pero en muchos países aún están lejos de ellas por lo que el papel de los países ‘limpios’ también debe consistir en la concienciación a nivel mundial a favor de una descarbonización más rápida.