La caída de los costos de la batería para impulsar la energía solar y eólica hasta el 50% de generación de electricidad para el año 2050, pero la electricidad sigue fallando en los objetivos de reducción de CO₂ – BNEF.
Según pronósticos de BNEF la capacidad de la energía solar fotovoltaica crecerá 17 veces y se sextuplicará en 2050 para representar casi la mitad de la generación mundial de electricidad, mientras que las inversiones llegarán a los 11,5 billones de dólares. Las reducciones de costes impulsarán esta carga, particularmente en el mercado de baterías. A pesar de esto, el sector eléctrico aún no logra reducir las emisiones de CO₂ a los niveles requeridos, con su continua dependencia del gas.
En su New Energy Outlook 2018, Bloomberg New Energy Finance (BNEF) ve un crecimiento vertiginoso en los mercados globales de energía solar y eólica hasta 2050.
En concreto, a finales de marzo de este año el BNEF calculó que se estima que un total de $ 11.5 billones se invierta en nueva capacidad de generación de energía, a nivel mundial, entre 2018 y 2050, escribe BNEF, de los cuales $ 8.4 billones van a energía solar y eólica; y $ 1.3 billones a la nueva capacidad de gas (casi la mitad de la cual irá a centrales eléctricas a gas, en lugar de turbinas de ciclo combinado).
En sus datos también destacan que se dan variaciones regionales, así, por ejemplo, mientras que la energía solar y eólica cubrirá el 50% de la generación eléctrica mundial promedio para 2050, en Europa se experimentará una impresionante penetración de energías renovables del 87% , en EE. UU. un 55%, mientras que en China el crecimiento de las renovables será de un 62% y en India de un 75%.
También se espera una descentralización del uso de energías renovables, refiriéndose a un mayor consumo en el ámbito doméstico, en concreto se habla de que un 43% del consumo de energías renovables derive de necesidades domésticas y familiares.
Las baterías baratas ha sido otro de los factores que ha impulsado el sector de las energías renovables, favoreciendo la autonomía energética. Desde 2010, se calcula que los precios del almacenamiento de iones de litio han disminuido en un 80% por Mwh, y esperando un abaratamiento todavía mayor en los próximos años.
'La llegada de un almacenamiento de batería barato significa que será cada vez más posible mejorar la entrega de electricidad a partir del viento y la energía solar para que estas tecnologías puedan satisfacer la demanda incluso cuando el viento no sopla y el sol no brilla'. escribe Seb Henbest, jefe de Europa, Medio Oriente y África para BNEF y autor principal de NEO 2018. 'El resultado serán las energías renovables que consumen cada vez más del mercado existente de carbón, gas y nuclear', agrega.
En general, Henbest pronostica que se invertirán US $ 548 mil millones en el mercado de la batería para el año 2050, de los cuales dos tercios estarán en el nivel de la red y el resto, detrás del medidor, en hogares y empresas. Goldie-Scott agrega que la inversión anual total en almacenamiento de energía estacionaria en 2017 fue de alrededor de $ 2 mil millones.
Es más, Elena Giannakopoulou, directora de economía energética en BNEF, afirma que: 'El carbón emerge como el mayor perdedor en el largo plazo. Al ser batido por el costo de la energía eólica y fotovoltaica para la generación de electricidad a granel, y las baterías y el gas por su flexibilidad, el futuro sistema eléctrico se reorganizará en torno a las energías renovables baratas: el carbón se exprime '.
A pesar de esto, el uso de centrales eléctricas a gas crecerá un 15% para 2050, aunque se espera que su participación en la electricidad mundial disminuya del 21% al 15%.
Además, predice que, en el futuro, se utilizarán estaciones de energía alimentadas con gas para proporcionar respaldo a las energías renovables, siendo este último el principal responsable de la carga base.
A fines de marzo, otro informe de BNEF indicó que las energías renovables y las baterías representan tres amenazas distintas para el sector de combustibles fósiles, específicamente en términos de ofrecer generación a granel, suministrar generación despachable y proporcionar flexibilidad de red y energía: todo anteriormente la reserva de combustibles fósiles, como el carbón y el gas.
Aunque el último informe NEO arroja una perspectiva más negativa para el carbón, en comparación con el informe del año pasado, proyecta trayectorias de emisión ligeramente mejoradas: se proyecta que las emisiones globales de carbono del sector eléctrico aumentarán un 2% desde 2017 a un máximo en 2027, y luego disminuirá en un 38% a 2050; también deja en claro que el uso continuado de centrales de gas asegura que el sector eléctrico continuará fallando para ayudar a mantener los niveles globales de CO₂ por debajo de 450 partes por millón, el nivel considerado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático para ser consistente con limitar el aumento de las temperaturas a menos de dos grados Celsius.
'Incluso si desmantelamos todas las plantas de carbón del mundo para el año 2035, el sector de la energía seguiría rastreando por encima de una trayectoria segura para el clima, quemando demasiado gas sin interrupción. Llegar a dos grados requiere una solución de cero carbono para los extremos estacionales, uno que no involucre el gas constante ', afirma Matthias Kimmel, analista de economía energética en BNEF.