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Qué potencia de luz necesito

Qué potencia de luz necesito

La potencia contratada aparece en la factura de la luz. En el caso de que nunca te haya saltado la luz quizás quiere decir que tienes contratado más de lo que necesitas.

Para calcular la potencia hay que realizar una lista de los dispositivos que tenemos en casa o empresa (bombillas, altavoces, despertadores, ordenadores, etc.), después hay que averiguar cuánto consume cada dispositivo, para saberlo hay que buscar un valor medido en W o kW que suele aparecer en la pegatina del dispositivo o en manual de instrucciones. Por último, lo que se pretende es conocer cuantos utensilios eléctricos podemos utilizar a la vez. Podemos sumar por ejemplo el consumo eléctrico de luz, así como los dispositivos que tenemos siempre encendidos, por ejemplo, el congelador, el ordenador (la torre y los distintos complementos) así como los aires acondicionados que tenemos encendidos casi diariamente durante algunos meses, como el verano. También podemos añadir algunos electrodomésticos que necesitan más potencia eléctrica, como, por ejemplo, la secadora, lavadora, horno o microondas.

En ciertos momentos, llegamos a situaciones de extrema “potencia”, llegando a utilizar varios de estos dispositivos a la vez. Por ello, consideramos que llegamos a una situación de 10% de “standby” y otro 10% registrado de seguridad. La velocidad de electricidad contratada debe de ser la segura. Con esto, contratando una velocidad máxima, lo que permitirá será que puedas utilizar todos los electrodomésticos que desees en cualquier momento y a cualquier ritmo garantizando la máxima eficiencia. Si no conoces bien el trámite o cálculo de estos trámites, puedes consultar a un técnico eléctrico.

Desde otra perspectiva, vamos a intentar prevenir el uso de varios electrodomésticos a la vez, es decir, evitar utilizar el horno, el lavavajillas y la vitrocerámica a la vez. Podemos primero utilizar uno de los nombrados antes, podemos dejar el más potente, por ejemplo, la secadora, en la lista que hemos citado, y dejamos el resto, ya que no vamos a utilizarlos al mismo momento. De este modo podemos ver como la velocidad que necesitamos va disminuyendo. Quizá te sorprenda cuando te des cuenta de que tienes una velocidad de potencia contratada mucho mayor de la necesaria.

Podemos dar por hecho que tal vez alguna vez podemos descuidarnos y pasarnos de la velocidad contratada, haciendo que posiblemente salten los contadores de la luz. Si esto sucede, sabemos que tenemos que apagar el contador de los plomos y volver a encenderlo. Cabe destacar que, por cada parte de velocidad que disminuyamos de nuestro contrato vigente, podemos llegar a ahorrar luz entre 5 euros y 8 euros al mes, por lo que representa un total de 60€ anuales.

Es recomendable contactar con la empresa si se quiere modificar la velocidad contratada. Tenemos que tener en cuenta que modificar la potencia, tanto aumentar como disminuir la velocidad contratada requiere una inversión, y algunas compañías de luz limitan este cambio tan solo una vez por año contratado. Es una decisión que requiere haberlo pensado previamente, ya que por lo que te decidas, tendrás que adaptarte los 12 meses restantes.

Que el titular de la línea llame a la empresa y contacte con un comercial es una opción recomendable. Te solicitarán datos del DNI, así mismo, te exigirán el Código Universal de Punto de Suministro (CUPS), que es la clave numérica que se detallan en tus recibos eléctricos.

Recomiendan tener precaución entre los cambios de tarifas, ya que si se opta por una reducción considerable de potencia y estallan los contadores de la luz con frecuencia, si decides volver a aumentar la velocidad contratada, el coste será mucho mayor al inicial.

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